El genial pintor y escultor bilbaíno, Agustín Ibarrola, tras experimentar con diversos materiales durante toda su trayectoria (traviesas de ferrocarril, cartones, cortezas de árbol..), se atrevió a decorar los bloques de hormigón que componen la escollera del puerto de LLanes (situado en la costa oriental de Asturias), convirtiendo lo que era un mero formalismo, en todo un atractivo turístico de esta preciosa villa marinera.
Esta gigantesca escultura policromada puede visitarse dando un sencillo paseo por el puerto. Se trata de arte público en el más amplio sentido de la expresión. La tridimensionalidad, el colorido y los efectos ópticos aprovechando la luz, el oleaje y las mareas, forman parte de los múltiples atractivos diferenciales de Los Cubos de la Memoria.
En la obra, se funden elementos esenciales de la obra del artista con la memoria tradicional de este territorio. Así, podemos ver cubos que representan lugares históricos de la villa de Llanes (la cueva de Trescalabres, el Covarrón de Parres, el ídolo de Peña Tú..), y otros que simbolizan su cultura, su paisaje y sus costumbres, viéndose representada la antigua tradición marinera de cazar ballenas, sus ritos florales, sus frutos (manzanas, cítricos..), la emigración (los indianos)...
Merece la pena.
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